jueves, 14 de agosto de 2008

reactable




el reactable es un instrumento electroacústico desarrollado en barcelona por el departamento de música tecnológica de la universidad pompeu fabra. como ellos mismos dicen, “creado por luthieres digitales”.

interfaz reactable

es un trasunto del elektroplankton de toshio iwai para nintendo ds, con el que hemos pasado muchas horas; aunque a años luz en cuanto a tecnología y características.

es de las primeras veces que vemos que el uso de interfaces tangibles se aplica de una manera realmente inteligente, y no cómo un mero espectáculo visual (pese a lo que pueda parecer) también es a su vez un herramienta colaborativa, con la que varios “músicos” pueden interactuar, improvisar y componer de una manera absolutamente libre.

a pesar de ser conocido en círculos techies y de haber sido expuesto en varios eventos y demostraciones, su popularidad se ha disparado tras su uso por parte de björk en el reciente festival de coachella.

quizás la mejor manera de entender su funcionamiento y sonido sea viendo alguno de los videos de demostración que tienen en el web del proyecto. incluimos aquí uno.

El húmedo pasado de Marte se desvela

Es lo que indican dos estudios, que muestran la presencia de peculiares arcillas detectadas gracias al instrumental de la sonda MRO.



Al principio de la historia del planeta y durante miles, incluso millones de años, el hemisferio meridional de Marte estuvo recubierto en gran parte de vastas extensiones de agua. Es lo que indican dos estudios, publicados simultáneamente, que muestran la presencia de peculiares arcillas detectadas gracias al instrumental de la sonda MRO, Orbitador de Reconocimiento de Marte, (Mars Reconnaissance Orbiter).

Ya sospechábamos que en el primer período de su existencia, en la era geológica llamada Noeica*, que duró hasta hace aproximadamente 3 800 a 3 500 millones de años, Marte albergaba mucha agua líquida. La sonda Mars Express lo había sugerido gracias a su espectrómetro Omega. Y el Orbitador de Reconocimiento de Marte acaba de confirmarlo brillantemente. Su espectrómetro CRISM (Espectrómetro de Imagen Compacto de Reconocimiento de Marte), mucho más preciso que el Omega, evidenció la presencia de filosilicatos, un compuesto parecido a la arcilla, que puede formarse sólo en presencia de agua. Los datos complementaron a los de la cámara de alta resolución HiRise (High Resolution Imaging Science Experiment - Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución). Para cotejar los datos del espectrómetro y de la cámara, los científicos utilizaron un tercer instrumento, la cámara del Visor de Contexto (Context Imager, CTX). Con lo que es posible analizar la composición geológica del suelo con una gran precisión y producir magníficas imágenes en falso color que detallan los minerales detectados.

Estos trabajos fueron objeto de dos estudios. El primero (que acaba de ser publicado en Nature) evidenció estos filosilicatos en las altas mesetas, situadas esencialmente en el hemisferio meridional y que representan más o menos la mitad de la superficie del planeta. Lavas, nacidas de una actividad volcánica más reciente, recubrieron los terrenos antiguos del Noeico. Pero millares de impactos de meteoritos cavaron cráteres que sacaron a la luz los silicatos enterrados.

Estos terrenos datan de los principios de la historia del sistema solar, en una época cuando los planetas sufrían un intenso bombardeo de asteroides y de cometas. En la Tierra, las rocas de este período desaparecieron casi totalmente, arrastradas por el movimiento de las placas tectónicas y fundidas en las profundidades del manto. Sobre la Luna, afloran todavía. Los de Marte han estado visiblemente confrontados con agua líquida, que formó estos filosilicatos, haciendo visibles los rastros de lagos y valles. "En ciertos lugares", precisa John Mustard, miembro del equipo CRISM en la Universidad Brown, "la alteración de las rocas es tal, que debió existir una gran cantidad de agua fluyendo sobre el suelo".

El segundo estudio descubrió, en la región del cráter Jezero, los restos de un delta, datado en el Noeico, donde se vertía el agua traída por una red de ríos dentro de un cráter, y en donde se formó un lago de cerca de 40 kilómetros de diámetro.


”Jezero”
El delta del cráter Jezero donde son visibles las arcillas (en verde). Un buen lugar de aterrizaje para explorar el pasado de Marte.
© Nasa/JPL/JHUAPL/MSSS/Brown University
(pulsar sobre la imagen para ampliarla)



Preciados archivos para las futuras misiones.

Los análisis también mostraron una cierta diversidad en estos filosilicatos, que contienen aluminio, hierro y magnesio junto a otro silicato, el ópalo (un silicato hidratado). Esta variedad sugiere que existen condiciones diferentes en el origen de estos minerales. Es probable que estos suelos se formaran en medio ambientes que diferían de un lugar a otro o de una época a la otra. Todos estos resultados conducen a los investigadores a pensar que el agua permaneció mucho tiempo en estado líquido, durante miles o incluso millones de años. Contrariamente a lo que se creyó durante mucho tiempo, el planeta, con una historia compleja y movida, conoció durante un largo período un clima húmedo y temperaturas suaves.

Las conclusiones de estos estudios tendrán un gran interés para las próximas misiones. Estas arcillas constituyen unos archivos excelentes de la antigua historia de Marte. En particular, si la vida pudo desarrollarse temporalmente, habrá podido dejar rastros de una química orgánica. "Es verdaderamente muy excitante", se entusiasma John Mustard. "Hemos encontrado docenas de lugares donde las futuras misiones podrán aterrizar con el fin de verificar si Marte fue habitable y, si tal es el caso, buscar signos de una vida pasada".

Pueden acceder a toda la información publicada en Astroseti sobre la MRO, (Orbitador de Reconocimiento de Marte), desde aquí, y a la publicada sobre el instrumento HiRise (Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución), desde aquí. Y a toda la amplia información publicada sobre Marte desde aquí.


Para saber más:

La escala de tiempo geológica de Marte se fundamenta en tres amplias épocas o eras, definidas por el número de cráteres de impacto de la superficie; las superficies más antiguas poseerían más cráteres. Estas eras son denominadas mediante lugares de Marte que pertenecen a esos periodos de tiempo. La datación precisa de esos periodos no es conocida debido a la existencia de varios modelos diferentes que intentan explicar la tasa de la lluvia meteórica sobre Marte, por lo que las fechas proporcionadas son aproximadas. De la más antigua a la más reciente, estas épocas son:

Noeico (o Era Noeica), así llamado por Noachis Terra: abarca desde la formación de Marte hasta hace unos 3 800 – 3 500 millones de años. Las superficies noeicas están salpicadas de numerosos cráteres de impacto. Se piensa que el abultamiento de Tharsis se formó en este periodo, con extensas inundaciones de agua líquida al final de esta era.

Hespérico (o Era Hespérica), así llamado por Hesperia Planum: abarca entre hace 3 500 y 1 800 millones de años. Esta era se caracteriza por la formación de extensas planicies de lava.

Amazónico (o Era Amazónica), así llamado por Amazonis Planitia: abarca entre hace 1 800 millones de años y el momento presente. Las regiones amazónicas muestran escasos cráteres de impacto, que sin embargo son bastante variados. Olympus Mons se formó en este periodo, junto con otras importantes coladas de lava en otros lugares de Marte.

Pueden encontrar más información sobre los filosilicatos, publicada en Internet, desde aquí.



Crédito de la imagen: Nasa/JPL/JHUAPL/MSSS/Brown University.